Como si a la gran jornada vivida ayer en el hipódromo le hubiese faltado algo, la historia del dueño del caballo ganador le puso aún más condimentos al Gran Premio Batalla de Tucumán.
Se trata de José Luis García, un turfman de la primera hora que había adquirido a Teenek especialmente para la competencia, hace un mes, del stud “Seba y Cami” en Buenos Aires. El caballo era entrenado en San Isidro por Juan Udaondo y su última carrera había sido el 22 de julio en Palermo.
Una vez aquí, García y su familia, habían depositado todas sus esperanzas en Teenek. Algo que les traería la alegría turfística de sus vidas. No fue fácil llegar a ese momento, claro. Como sucede generalmente con ningún trofeo.
Una pasión que Marchetta heredó de su padreMás allá de la preparación del caballo para una jornada como la de ayer, García tuvo problemas de salud y estaba internado en un sanatorio céntrico desde el domingo. A través de internet y en la cama del sanatorio, siguió la carrera atentamente. Sus hijas, iban narrándole todo lo que pasaba. Cuando supo que su caballo había ganado, el “Colorado” decidió salir del sanatorio para festejar en el hipódromo.
“Se enteró del triunfo y se está viniendo. Lo noté muy emocionado y llorando de los nervios. Se lo merece un montón”, le dijo a LG Deportiva, Camila, una de sus hijas que siguió la carrera in situ.
El “Batalla” ofreció más que turf“Casi no vi la carrera de los nervios. Cuando vi gritar a mi mamá me di cuenta que había ganado. Desde hace mucho que venimos acunando el sueño de ganar un Batalla. Este año le teníamos mucha fe al caballo”, agregó Camila mientras su papá llegaba del sanatorio y escribía otra historia para el recuerdo en este Batalla de Tucumán 2019.